Ese no es un blog taurino

Empecemos por el principio: ese no es un blog taurino. Está por ver todavía si será un blog. No estamos en el 2010 cuando los blogs eran lo más y la gente se leía más de 280 caracteres... con lo cual hay pocas posibilidades de que eso salga adelante. Tengo una elaborada lista de excusas para mi misma en el caso de que ese sea el único post que publique. 

Estoy preparada para todo.

No será el primer blog/perfil de Facebook/Instagram que empiezo y no doy continuidad. Y antes de que parezca que soy de esas personas que soy (las que desisten) me gustaría aclarar que tuve un blog de poco éxito y mediana duración. Cabe, pues, también la remota posibilidad de que me apetezca escribir más de un post y seguir ofreciendo al mundo mis destellos de mediocridad.

 ¿Por qué lo hago? Porque resulta que echo de menos sentarme unos instantes para organizar las ideas - que no quiere decir que sean buenas, ni útiles - solo organizarlas y ver como me siento, si me hacen gracia, si me hacen sentirme bien o mal o no me hacen sentir nada. También es un lugar para reírme de la gente por los más variopintos motivos sin que se enteren...es que soy así de lista.

No hace falta buscar mucho para encontrar un millón de razones para estar desanimada, puteada, con la certeza de que nos espera, a cualquier momento,  un meteoro metafórico o literal que nos extinguirá a todos.  Puede que también buscando muy poco encontremos otros miles de razones para afirmar sin miedo que en peores plazas hemos toreado  y que puede que las cosas vayan a mejor.

 Y de eso va ese blog,

Let's go and get these fuckers, Loli