Éxito de critica más que de publico, The Wire figura en
casi toda lista de mejores series de la Historia. Cansina manía la
nuestra de separar mejores de peores según que criterios…pero puestos a
hacerlo, me parece que la serie es de las pocas que merece dichosa
unanimidad.
The Wire son muchas cosas pero para mí, The Wire ha
sido Omar Little - el asesino que creía que hasta en la brutalidad más
cruda, un hombre tenía que tener algo parecido a un código de ética.
Su
ética no le hacía menos asesino o despiadado pero era un atisbo de
humanidad en un entorno donde la vida no tenía nada de valor.
Y para
valor, el del mismo Omar: abiertamente homosexual en unas calles donde
la hombría se medía a muertos por segundo, su personaje desfilaba
tranquilamente su vida sexual sin que discutiera en momento alguno quien
era el mother fucker más grande de la ciudad.
Michael K. Williams
ha sido el encargado de convertir Omar de un personaje magistralmente
escrito en un personaje para la Historia. La mirada, la dignidad y la
imposible bondad dentro de un corazón convencido de que su objetivo en
la vida era matar para no morir, han sido obra de ese maravilloso actor
que acaba de dejarnos. Michael se va pero nos deja un regalazo a
todos: su Omar, da igual quién haga la lista, debe de estar siempre en
la memoria de los que adoramos los personajes maravillosos.
Muchas
gracias, Michael. DEP. Me puedo imaginar las estrellas repitiendo con
admiración la frase más temida de Baltimore: Omar’s Coming, Yo!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario